jueves, 2 de enero de 2014


TRABAJOS DE CREACIÓN LITERARIA


CREACIÓN EN VERSO

¿A dónde te vas hojita,
sobre  las aguas del río?
Mojada, asustada  y sola,
quizás saltarina y alegre,
tal vez con prisas,
tal vez con miedos,
o tiritando de frío,
entre las piedras tan lisas,
entre los peces brillantes,
entre las algas,
sobre la arena,
junto a los pies de los niños.
Caíste del árbol viejo,
de la rama alta,
en silencio,
muy despacio,
resbalando del aire,
del viento,
del otoño,
en el vacío,
hasta que rozaste el agua,
o ella a ti,
empapando suavemente
tu cuerpo mustio,
tu envés,
tu nervadura,
todo tu ser amarillo.
¿A dónde te vas hojita,
sobre las aguas del río?
¿Buscando las olas del mar,
la espuma y la sal,
la tormenta,
o las velas de los navíos?
¿Hacia dónde iras, hojita,
por las aguas de este río?
¿Qué será de ti, mi hojita,
cuando de mis ojos te alejes,
cuando te hundas en el río?

He estructurado este poema basándome en la repetición (en algunos casos no exacta) de un estribillo, en el que he intercalado, olvidándome tanto de la rima como de la métrica,  y de un modo más libre y hasta “anárquico”, distintos versos. Considero que este poema sería adecuado (previa lectura en voz alta por parte del profesor en primer lugar, y de los niños después, ya que la poesía necesita de la música que le confiere la voz) para niños de ocho años en adelante. Aunque es largo y su estructura es bastante libre, considero que el tema tratado, así como el léxico e incluso su musicalidad, serían adecuados para la edad sugerida. Espero no estar muy equivocado.



CREACIÓN DIÁLOGO TEATRAL

¡Chssss! ¡Silencio! Que la obra va a empezar. Ya se levanta el telón y, ¿qué es lo que estamos viendo? Parece el cuarto de una niña. Mirad, hay muñecas, cuentos, pelotas, peluches… Pero, ¿y la niña? ¿Dónde estará la niña?...
¡Atención, que alguien llega! Ah, pues no es la niña... Es su hermano mellizo, Daniel, y viene con los pasos tímidos y cara de pedir perdones.

DANIEL:-Marina… Marina, ¿está ahí?

Una voz fina, como tapada por catorce mantas, responde desde dentro del armario.

MARINA:-Déjame en paz, Daniel.
DANIEL:-Marina, porfa, sal del armario.
MARINA:- Solo salgo si te marchas.
DANIEL:-Anda, Marinita, que era tan solo una broma.
MARINA:-¡No! Era muy en serio. Bien que lo has dicho antes.
DANIEL:-Pero lo decía en broma…
MARINA:-No te creo. Seguro que salgo y vuelves a decirlo.
DANIEL:-Que no, tonta, que no lo digo más.
MARINA:-Pues lo dicho dicho queda. Y tú has dicho lo que has dicho.
DANIEL:-Si no lo decía en serio.
MARINA:-¿De veras?
DANIEL:-De veras.
MARINA:-¿Seguro?
DANIEL:-Seguro.
MARINA:-¿Y no volverás a decirlo?
DANIEL:-No lo haré, te lo prometo.
MARINA:-¿Me lo juras?
DANIEL:-Mamá dice que no se jura.
MARINA:-Pues… ¿me lo superprometes?
DANIEL:-Eso sí. Te lo superprometo.
MARINA:-…Vale… Te creo.
DANIEL:-¿Y vas a salir?
MARINA:-Que sí, Dani, que ahora si que salgo.

¡Mirad! La puerta del armario se abre. Y allí aparece una mano. Ahora un pié. Y ahora… Ahí esta ya Marina. Tiene ojos de haber llorado, y entre sus brazos estrecha… No sé, ¿Será una bufanda? ¿Será un jersey? ¿Será una manta?
Se acerca a Daniel con los pasitos cortos y él, también con mucho cuidado, se dirige hacia ella. Pero Daniel lleva algo…  escondido tras la espalda. Y además, fijaos en su cara. Ya no parece de ir a pedir perdones. Con esa sonrisa torcida, esos ojillos brillantes…
Entonces, bruscamente, casi dando un brinco, de detrás de la espalda saca dos muñecas viejas. Tienen los vestidos rotos, a una le falta una pierna, y la otra tiene la cabeza medio colgando. Y sus caritas de plástico están pintadas de rojo y de negro, como máscaras de miedo.

DANIEL:-¡Argggg! Tus muñecas viejas son zombis, y vienen a… ¡COMERTE EL CEREBRO!

Marina salta sobre la cama y huye, a todo correr, por el pasillo. Parece como si en los pies tuviera alas.

MARINA:-¡Me lo habías superprometido!... ¡Me lo habías superprometido!


En esta pequeñísima pieza teatral, que considero adecuada para niños a partir de seis años, he incluido bastante participación del narrador ya que, precisamente por la edad a la que va indicada, los diálogos deben ser cortos y sencillos, sin artificios explicativos ni descriptivos, sino directos y claros, respetando el lenguaje coloquial de la infancia.
Así mismo, y ya que no quería proponer una porción de un todo, sino un texto completo, he creído adecuado representar una situación que podría ser cotidiana y veraz dentro de un contexto de juego infantil (sobre todo si es entre hermanos).





CREACIÓN EN PROSA

Este texto que se presenta a continuación sirvió de modelo para un trabajo de creación de relatos cortos (una cara y media de extensión máxima) propuesto a los alumnos de 5º de Primaria del Colegio Arcángel.
Para ello se escogieron una serie de personajes, cosas o conceptos relacionados con el mar, que fueron repartidos por sorteo, y sobre los cuales debieron realizar el relato, escribiéndolo en primera persona.
Con todos los relatos escritos por los alumnos, e ilustrados por el profesor de prácticas promotor de la idea (en esta caso, yo mismo), procedimos a crear un libro recopilatorio, del que se entregó una copia a cada uno de los alumnos y autores, así como a la tutora del curso.




“SOY UN GALEÓN HUNDIDO”

Desde luego, aquel no era mi primer viaje. Ya había cruzado en más de una ocasión las peligrosas aguas que separan las costas del Viejo Mundo de las del Nuevo. Había llevado y traído personas, animales, y objetos de la más diversa índole. En mi bodega había alojado fragantes especias, aves de exóticos plumajes, extraños y bellos objetos fabricados por la mano del hombre… Mi poderoso casco, fabricado con las maderas más nobles en los astilleros del norte de las Españas, embreado y botado en las frías y tormentosas aguas del mar Cantábrico, había soportado con orgullo el embate de las olas, la silenciosa dentellada del salitre y la sal así como el roce furtivo de ballenas, escualos y calamares gigantes, monstruos todos ellos que harían estremecerse de terror al más avezado de los marinos. Mis amplias velas, hinchadas de viento, habían sabido conducirme lejos, más allá del alcance de piratas, corsarios y filibusteros, más allá también de tempestades y galernas. Y en todos esos viajes, a pesar de las inclemencias del tiempo, a pesar de los avatares del destino, había logrado llegar a buen puerto.  Así que aquella mañana de mayo, todavía anclado en el populoso y próspero puerto de Cartagena de Indias, con las bodegas repletas de oro y plata del Perú, semillas de cacao de México y pimienta de Jamaica, no podía sentir temor alguno ante la nueva travesía que estaba a punto de emprender.
Los vientos nos fueron favorables desde el principio. La mar estaba en calma y los ánimos de la tripulación eran alegres, casi exultantes. Para muchos, incluso para mí, aquel viaje nos llevaría a un descanso bien merecido, junto a la familia unos, derrochando la paga en las tabernas de Cádiz o Sevilla otros, y yo, siendo reparado y embreado de nuevo.
Sin embargo, al despertar el tercer día de nuestra hasta entonces apacible travesía, un grito desgarrado se escuchó en cubierta:
“¡Piratas e estribor!”
Después de eso se escuchó una explosión, un silbido, y el espeluznante crujido de la madera al quebrarse.
Sin que nadie pudiera hacer nada por evitarlo, y mucho más rápido de lo que hubiera podido imaginar, mi casco roto se inundó de mar y, en menos de lo que canta un gallo, me fui a pique.
Algunos marineros lograron salvarse. Supongo que los apresaron los piratas y no quiero ni imaginar su suerte. Sin embargo la mayoría se hundieron conmigo. Pude ver sus angustiados rostros mientras se ahogaban y ahora, después de tanto tiempo, sus huesos, limpios de piel y de carne por la acción de peces y de cangrejos, me acompañan en este entierro silencioso y eterno. Y ellos como yo, en este sepulcro de agua y de sal, no tenemos más ocupación que esperar en el olvido un improbable guiño de la fortuna que, en forma de buscador de tesoros, nos devuelva al mundo del sol, del aire, y de los vivos.

Fin


Y, finalmente, este es el testimonio gráfico del resultado del trabajo conjunto con los alumnos de 5º:



 

                                                                           

                




                


1 comentario:

  1. Estupendos los textos y ALUCINANTE el resultado del libro. Estoy convencida de que tus alumnos de prácticas lo fliparon contigo :) ¡Enhorabuena!

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